Lo último leído

sábado, 27 de mayo de 2017

Cuerpos Extraños. Cynthia Ozick

Cuerpos Extraños. 

Cynthia Ozick


Una mujer de mediana edad parece andar sin rumbo por las calles de París en una tarde de calor asfixiante de finales de julio de 1952. Finalmente se sienta en un bar, pide un zumo y pregunta al camarero si por casualidad conoce a un tal Julian. No es la primera vez que lo hace, pero nadie recuerda a ese chico norteamericano de pelo rubio y aspecto desaliñado, que un buen día dejó su casa de California para viajar por Europa e instalarse en París, lejos de un padre intransigente y una madre que se ha refugiado en la locura para aliviar el deber de vivir. 
Quien busca y pregunta es su tía Bea, dispuesta a llevárselo de vuelta y hacer de él un hombre de provecho, pero cuando finalmente la mujer descubra el paradero de Julian, habrá algo insólito esperándole: otros cuerpos, otras voces, reclamándole una nueva versión del amor. 
Lejos de su tierra y abrumada al principio por el desorden que aun arrasa Europa tras la guerra, Bea ahora quiere comprender, y lo que había empezado como un simple viaje acaba siendo una lección de sabiduría.Gran admiradora de Henry James, Cynthia Ozick rinde aquí su particular homenaje al gran autor de "Los embajadores"

......................................................... 

"(Bea) pensó: ¡Qué difícil es cambiar tu propia vida!.
Y, al cabo pensó: ¡Qué tremendamente sencillo es cambiar la vida de los demás!- Como las moscas en manos de niños crueles

Qué sorpresa más agradable encontrarse con una novela que rompe con las previsiones del lector y es capaz de conmoverle las fibras del desprecio, de la pena y del asombro.

Confieso que no he leído "Los embajadores" de Henry James. Por lo que he visto en las reseñas empieza casi igual que esta novela: el protagonista viaja a Paris donde vive el hijo de su novia con una mujer mayor qu él. Quiere convencerle que regrese a Estados Unidos y se haga cargo del negocio familiar.
Aquí también Bea, la protagonista, viaja a Paris en 1952 en busca de su sobrino Julián que ha escapado del control despótico de su padre, Marvin. 
Bea y Marvin son hijos de una pareja de judíos pobres que regentan una pequeña ferretería. El padre es un intelectural bondadoso y pasivo, mientras que su mujer es emprendedora y dominante. En la segunda generación, la de Marvin y Bea, se repiten los esquemas: uno es emprendedor, prepotente, egotista y despótico y ella es una profesora de un instituto público, con un matrimonio fracasado, sin hijos, solitaria, algo soñadora e incapaz de enfrentarse a su hermano. Él chasca los dedos y todos deben saltar como mascotas sumisas.

Pero hay una serie de notas curiosas (con las que aparentemente Cynthia Ozick ya se aparta de la trama de la novela de su admirado Henry James). Bea y Marvin han tenido escasa relación desde que se han convertido en adultos. El vive en California casado con Margaret, una mujer de una familia rica, y Bea va tirando en el Bronx de Nueva York en un pequeño apartamento ocupado casi en su totalidad por un gran piano de cola que su ex, Leo, se ha dejado "olvidado", una vez ha exprimido a la pobre Bea de dinero, amor, sexo y autoestima.
¿Por qué Marvin le encarga a Bea que vuele a Paris para hacer que su hijo Julián vuelva al redil y a su control?. ¡Prácticamente no existía relación entre los dos hermanos!, ¡Bea es una tia completamente desconocida para sus sobrinos, Julián e Iris!. ¿Por qué accede Bea a doblegarse ante las exigencias de su hermano que no disimula el menosprecio que siente por ella?. ¿Por qué Bea entra al trapo en la maraña de mentiras que teje Iris, la hija "buena, estudiosa, obediente y virgen" para seguir el camino de su hermano y escapar también del ogro de su padre?.

Todo ésto es lo que se pregunta el lector al principio de la novela (cuando ya está completamente seducido por la situación y la trama).

Poco a poco vamos entendiendo la realidad en la que se mueven todos los personajes. Una realidad que perciben de forma completamente diferente cada uno de ellos. Marvin cree que su hijo volverá obedientemente cuando haya pasado la "experiencia" europea y él le corte el suministro de dólares. Iris cree que podrá mangonear a su padre y engañarle una buena temporada mientras está en Paris con su hermano. Bea simplemente quiere aprovechar un viaje turístico para intentar complacer a su hermano.

Pero las cosas no son cómo ellos creen. El lector lo ve claro.

Pero el lector también se equivoca. No se da cuenta de la evolución que todos los acontecimientos provocan en Bea la protagonista. Ella tampoco es demasiado consciente del por qué hace lo que hace. Pero poco a poco irá creciendo dentro de ella una especie de sed de venganza de todos los que la han ninguneado a lo largo de su vida. Y es cuando monta la red de mentiras.

No quiero acabar esta reseña sin referirme a un personaje impresionante de la novela: Lili, la rumana, refugiada en el Paris de la postguerra y que se casa con el blandengue de Julián. Ella es la única entre todos los actores de este drama, de esta tragedia, que tiene una brújula: que no ha perdido el norte, que sabe sobrevivir y que comprende lo que está pasando. Impresinante.

No conocía a Cynthia Ozick y ahora me arrepiento. Procuraré seguirla. Es fantástica.

1 comentario:

  1. Me ha gustado el esbozo que has hecho de los personajes de esta novela, no he leído nada de esta autora, cosa que haré en cuanto acabe, Patria que estoy leyendo actualmente, me produce sentimientos dispares, por ello estoy tardando más de lo habitual en mi. De tu larga lista he leído varios, otros los leeré. Gracias.
    Estoy aun en Madrid, me iré hacia el 20 de junio a Calp, un abrazo

    ResponderEliminar