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viernes, 31 de agosto de 2018

El fin de este blog

Este es el final de este blog con el que he tenido la ocasión de intercambiar opiniones y libros con mucha gente interesada en la lectura.
Gracias a todos por su paciencia
Un saludo
Pere Morey

lunes, 6 de agosto de 2018

Castigos justificados. lo

Castigos Justificados

Hjorth & Rosenfekdt

Una estrella de televisión es hallada muerta de un tiro a la cabeza en una escuela abandonada. Su cuerpo se encuentra de cara a la pared y, atadas a una silla del aula, unas hojas de examen. A juzgar por el número de respuestas incorrectas, la víctima suspendió el examen más importante de su vida.
Este horrible asesinato es el primero de una serie de muertes que tendrán como víctimas a personajes famosos. La Brigada Criminal de Torkel Hölgrund se encargará del caso y sólo gracias a la pericia de Sebastian Bergman lograrán, siguiendo las pistas halladas en chats de internet y en cartas anónimas publicadas en los periódicos, resolver el misterio.

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Esta es la quinta entrega de la serie "Sebastian Bergman" de estos dos afamados guionistas suecos.
 Los anteriores tenían nombres semejantes: "Secretos Imperfectos" "Crímenes Duplicados", "Muertos prescindibles" "Silencios inconfesables". Todos ellos han sido reseñados en este blog. Si a alguien le interesa alguno en especial, lo podrá hallar poniendo el título en el buscador de la derecha de la pantalla.

Es una serie de éxito. Uno no consigue cuatro millones de lectores en todo el mundo si no ha encontrado un filón. Creo que la clave está en la conjunción de dos parámetros: una buena estructura narrativa televisiva (son guionistas y directores de cine) que consigue que el lector proyecte en su mente las imágenes de lo que está leyendo y, segundo, el gancho del protagonista. ¿Hubiera logrado Stieg Larsson su fabuloso éxito de Millenium sin la creación de Lisbeth Salander?. Lo dudo. Pues aquí Hjorth ha parido a Sebastián Bergman. 
Un psicólogo criminalista prepotente, odioso e inteligente a partes iguales.

Este tipo de series se componen de dos tramas:una transversal que nos cuenta del desarrollo de las historias de los cinco componentes de la Unidad de Homicidios de la policía sueca (especialmente en lo que se refiere al citado Sebastian Bergman y su hija Vanja) y otra trama puntual basada en la caza de un asesino en serie. Ambas tramas bien secuenciadas para mantener la atención del lector. Inconveniente: Si no has leído las novelas anteriores de la serie, pierdes gran parte de la historia transversal de los protagonistas. Podrás seguir la caza, pero te estarás preguntando por qué Ursula (la forense del equipo) perdió un ojo en casa de Sebastián o cual es el problema de Billy (el informático) con los gatos.En otras palabras: conviene leer la serie cronológicamente. El problema (para mí pero quizás no sea así para muchos) es que los libros no se publican como las series de Tv, sino uno cada año aproximadamente y no recuerdo los detalles de las historias de los cinco protagonistas. 

En este "Castigos justificados" se pretende incluso hacer un poco de crítica social. El asesino en serie pretende abrir los ojos de la sociedad a la inanidad de estos "famosillos" de los "reallities" tipo "Sálvame", "Hombre y mujeres", etc. etc. que siendo unos ignorantes absolutos, unos analfabetos funcionales, la sociedad los eleva a la categoría de personas relevantes. Así que el asesino les hace sesenta preguntas de cultura general y si no responden veinte, los mata.

Tras cinco libros, mi sincera opinión, es que, por mucha técnica literaria que uno tenga, la arquitectura termina por envejecer y agrietarse. El final de las tres últimas novelas es prácticamente calcado. Es decir: previsible.

viernes, 3 de agosto de 2018

Pecado. Benjamin Black

Pecado
Benjamin Black

Una de las primeras cosas que el joven inspector Strafford detecta al empezar a investigar la muerte del reverendo Lawless es el carácter novelesco, como de obra de Agatha Christie, del escenario y los personajes que tiene ante él: el cadáver hallado en la biblioteca de la mansión de los Osborne, el coronel proverbialmente envarado, su lánguida y evanescente esposa, la hija en rebeldía… Casi parece una puesta en escena. Pero el cadáver del sacerdote es real, y su brutal castración, también. La espesa nieve invernal que ha cubierto el paisaje irlandés de Wexford no puede ocultarlo todo. Y el comisario Hackett, viejo conocido de los lectores de la serie de Quirke, da el primer aviso: Strafford, a medida que indague más y más, descubrirá que hay poderes que quieren mantener en secreto lo ocurrido.
Benjamin Black se sumerge de nuevo en la Irlanda de los años cincuenta e inicia una nueva serie, con su inimitable estilo y su don para crear ambientes y personajes fascinantes. Y con un nuevo protagonista: Strafford es desgarbado, protestante, abstemio… «Era solo cuestión de tiempo antes de que le dijesen que no parecía policía, pero lo que querían decir era que no parecía un policía irlandés».
XI Premio RBA de Novela Policiaca 2017

No siempre los premios literarios coinciden con la calidad y con el atractivo de los premiados. En este caso es, en mi opinión, un premio muy merecido. "Pecado" escrito por Benjamin Black (seudónimo de conocidísimo John Banville) es una novela negra completamente diferente a la mayoría de las de su género.

Es una novela de fácil lectura. Aquí no hay complicadas tramas, juegos de espejos para despistar el lector o rompecabezas complicadísimos. Es una trama plausible. Un asesinato con castración de un cura pederasta que pudo ocurrir. Pero al autor le interesa subrayar algunos aspectos de la realidad de la Irlanda rural de los años cincuenta. Y quiere hacerlo sin tapujos y con una mueca irónica.


  • Irlanda es una república muy joven y con tremendas divisiones heredadas desde hace siglos;
  • Sociedad en la que el 90% de sus habitantes es católico tradicional. Sólo un 6-7% es protestante
  • El control y vigilancia de la jerarquía de la Iglesia Católica es abrumador. No es posible divulgar que se ha producido el asesinato de un cura y que, además, ha sido emasculado. La Irlanda de los cincuenta es "demasiado tierna" como para enfrentarse a semejantes noticias
  • Independientemente de la división religiosa está la férrea estamentación de las clases sociales típicas inglesas. Están los señores rurales y el pueblo llano. Muchos elementos de este pueblo desea poderse "codear" con los Lores (la mayoría en la más absoluta ruina económica tras la guerra) y cambian su acento, montan a caballo y acuden a las cacerías del zorro. Los señores tratan con benevolencia estos acercamientos... hasta cierto punto.
Benjamin Black ha elegido un nuevo protagonista en lugar del forense Quirke que lo ha sido en todas las novelas anteriores. Y lo ha elegido cuidadosamente para remarcar las diferencias y las tensiones sociales de la trama. Es de la minoría protestante; también con unos antecedentes familiares de clase rural, y sobre todo abstemio. O sea un tío muy raro que no parece policía. Quizás porque ni el mismo sabe por qué se ha entrado en el Cuerpo. Es la antítesis de los protagonistas de las novelas de Agatha Christie. No está seguro de nada y todo lo que ve le parece una obra de teatro en la que cada uno se viste, habla y actúa según un guión. 

No se sabe (el autor ha confesado que tampoco lo sabe) si con el inspector Strafford se iniciará una nueva serie.
A mí me gustaría

Es una excelente lectura

martes, 24 de julio de 2018

En un país extraño. Charles Cumming

En un país extraño

Charles Cumming

Seis semanas antes de asumir la dirección del MI6 y convertirse en la primera mujer que encabeza uno de los servicios de espionaje más prestigiosos del mundo, Amelia Levene desaparece sin dejar rastro, provocando así la crisis más grave que la institución ha vivido en una década.

 Los altos mandos se encuentran en un trance: no sólo tienen que encontrar a Levene, sino que la tarea tiene que realizarse en el más absoluto secreto si quieren evitar un duro golpe a la imagen y credibilidad del MI6. Así pues, la mejor opción que les queda es acudir a Thomas Kell, un agente al que despidieron del cuerpo ocho meses atrás por presuntas torturas a un detenido durante una antigua misión en Kabul.

 Incapaz de adaptarse a la vida civil y en medio de una tormentosa ruptura matrimonial, Kell está a punto de tocar fondo, pero a sus cuarenta y dos años no puede rechazar esta oportunidad, tal vez la última de su vida, para redimirse ante sus colegas y volver a ejercer el único trabajo que sabe hacer. 

Una primera pista lo conducirá a Niza, Marsella y finalmente Túnez, donde, en la nueva situación creada tras la Primavera Árabe, estaría gestándose una trama que podría dañar seriamente los vínculos de Gran Bretaña con sus aliados. 

Elogiada por honrar los fundamentos del género y poner el foco en temas reales de actualidad, En un país extraño supuso la consagración como escritor de Charles Cumming, a quien el diario The Observer ha calificado como «el mejor de la nueva hornada de autores de espionaje británicos que están tomando las riendas del género allá donde las soltaron John le Carré y Len Deighton». La novela ha sido galardonada con el CWA Ian Fleming Steel Dagger al mejor thriller de 2012 y está en proceso de convertirse en una serie de televisión protagonizada por Colin Firth.

No hay nada mejor para el verano que una buena novela de espías.
Y ésta es de las buenas, buenas.
No conocía a Charles Cumming ni había leído nada de él pero es de los autores de novelas de espionaje que hay que tener en cuenta. Escocés y con 47 años fue fichado por la inteligencia británica al salir de Eton y, como otros grandes del género, puede presumir que conoce el espionaje desde dentro.

La novela aborda temáticas actuales como es la lucha de Francia y el Reino Unido por mantener y acrecentar su influencia en el Oriente Próximo tras la llamada Primavera árabe. La trama discurre sin saltos extraños ni trucos para sorprender al lector y, al terminar, deja una sensación de que hemos podido mirar por una pequeña rendija la verdadera lucha entre los  mejores servicios secretos del mundo. No sabemos si lo que nos cuenta Cumming sucedió o no. Pero tenemos la impresión de que "pudo suceder". Es una trama perfectamente creíble, lo cual no es del todo común.

Estupendo entretenimiento para este verano bastante agradable

sábado, 21 de julio de 2018

La química del odio. Carme Chaparro

La química del odio
Carme Chaparro

«El odio es un animal hermoso, imposible de encerrar, con sed de sangre. El odio se despereza, se extiende y te atrapa. Se alimenta de tu rabia. Y al final vuelves a odiar. Porque es fácil. Porque lo necesitas».
Para la inspectora jefa Ana Arén no hay tregua: después de que resolviera el caso que prácticamente acabó con ella, debe enfrentarse a un reto endiablado, el asesinato de una de las mujeres más famosas de España. 
Siempre cuestionada por su superior, al frente de un equipo que aún no confía en ella y con el foco mediático sobre la investigación, Ana se ve de nuevo ante un crimen aparentemente irresoluble en el que el tiempo y el pasado se empeñan en jugar en su contra. 
Carme Chaparro es una periodista que me cae bien. Me gustó que, siendo una imagen muy conocida, se atreviera a confesar su Tinnitus, ese ruido constante en el oído izquierdo con el que tiene que batallar día a día en su vida pública. De la misma forma que digo ésto, añado que no me terminó de convencer su primera novela "No soy un monstruo" aunque obtuviera el Premio Primavera de Novela 2017. Esperaba con interés esta nueva entrega que es una continuación de la anterior con los mismos personajes.
Es una novela que se lee de un tirón a pesar de lo enrevesado de la trama, pero es evidente que aquí Carme Chaparro ha arriesgado demasiado.
Los thrillers se basan en tramas que, capítulo tras capítulo, sorprenden e inquietan al lector. Tras el planteamiento se los presentan una serie de interrogantes. Situaciones extrañas (cuanto más extrañas mejor) que nos intrigan y que nos mueven a seguir leyendo. Poco a poco como las miguitas de Garbancito se nos van dando nuevas pistas que hacen que, inconscientemente, preveamos lo que va a pasar. Naturalmente el autor tiene la obligación de desbaratar estas previsiones. El asesino nunca debe ser el mayordomo ni nunca debe descubrirse el truco del mago. Para conseguir seguir sorprendiéndonos el autor debe ir "rizando el rizo" y complicando un poco la trama. Eso es lo normal. Lo que uno espera. Pero ¿qué pasa si, en aras de esta sorpresa continuada, el autor pasa a una situación sin salida?. ¿Recuerdan la decepción final de la serie "Lost"?. Fabulosa. Complicadísima. La seguimos más para poder descubrir los misterios que se los planteaban que por la historia misma. Los guionistas no fueron capaces de cumplir las expectativas y dar solución a los misterios que ellos mismos nos habían presentado. Tuvieron que acabar la faena de un bajonazo. 
Este es el peligro de arriesgar tanto. Lo atractivo de un thriller es un buen misterio y un final redondo. Puede ser un final difícil, inesperado, pero ha de ser mínimamente creíble. Cuando resulta que la explicación de la trama es que todos los personajes la han soñado o que están todos muertos... el funambulista de cae del cable.
Aquí Carme Chaparro nos plantea dos misterios. Uno es el psicópata que mata por un odio inexplicable de una forma complicadísima. El otro es la inspectora jefa que, ella solita, (con ayuda de aparatos y técnicas psicológicas realmente futuristas) va descubriendo una a una las pruebas de los asesinatos. 
Acabo de leer una novela distópica "Paradox 13" de Keigo Higashino (un autor que me encanta) en la que un agujero negro provoca que, el tiempo no transcurra a lo largo de 13 segundos. El efecto que tiene tan extraño fenómeno es que todas las personas que, en aquel momento, vivían en Tokio, desaparecen y sólo quedan seis. Ni el autor ni nadie pretende que el lector se crea que tan cosa pueda suceder. Es género de ciencia-ficción. Cuando uno empieza a leer uno de estos libros ya sabe que debe aceptar entrar en un planteamiento imposible. Simplemente, lo acepta y disfruta viendo lo que pasa en un mundo o una dimensión imposible.
Se puede mezclar el flamenco y el rock. Algunas veces sale bien. Pero convertir una novela negra en una de ciencia ficción es demasiado arriesgado.

martes, 17 de julio de 2018

La buena hija. Karin Slaughter

La buena hija. 

Karin Slaughter

Dos niñas son obligadas a internarse en el bosque a punta de pistola. Una huye para salvar su vida. La otra se queda atrás.
Hace veintiocho años, un crimen horrendo sacudió la feliz vida familiar de Charlotte y Samantha Quinn. Su madre resultó muerta. Su padre, un conocido abogado defensor de Pikeville, quedó roto de dolor. La familia se deshizo irremediablemente, consumida por los secretos de aquella noche pavorosa.
Transcurridos veintiocho años, Charlie se ha convertido en abogada siguiendo los pasos de su padre. Es la hija ideal. Pero cuando la violencia vuelve a cebarse en Pikeville y una espantosa tragedia azota la localidad, Charlie se ve inmersa en una pesadilla. No solo es la primera persona en llegar a la escena del crimen, sino que el caso desata los recuerdos que ha intentado mantener a raya durante casi tres décadas. Porque la sorprendente verdad sobre el acontecimiento que destruyó su familia no puede permanecer oculta eternamente.
Repleta de giros y vuelcos inesperados y rebosante de emoción, La buena hija es una novela apasionante: suspense en estado puro.

Un amigo persa que vivió muchos años en Estados Unidos me dijo un día que el principal peligro para tu integridad física en los Estados del Sur es tener un mal día con las fuerzas del orden. Lo recordé al leer esta novela porque refleja muy bien una especie de tensión constante entre la Ley con mayúsculas y el Sistema (también con mayúsculas) que supuestamente la defiende. 

No voy a engañarles. Esta es una novela de gran crudeza. Dura, directa, implacable en su desarrollo. Desde el principio cabalgas una historia que no te deja margen para el sosiego.

Pero... no la puedes dejar. 

Aparentemente el núcleo del thriller es el asesinato de un director de un colegio y una niña pequeña ejecutado por una alumna débil mental. Pero pronto descubres que no es el centro de la historia. 
El centro es una terrible tragedia ocurrida en la familia protagonista, los Quinn, veintiocho años atrás.

Como buena autora de novela negra, Karin Slaughter te induce a creer que la historia irá de cómo podrá salvarse de la ejecución esa asesina con pinta gótica. 

Pero es un espejismo. 

El eje de la novela es la relación tan especial, tan contradictoria, tan cambiante entre los cuatro componentes de la familia Quinn: Rusty, el padre, abogado defensor de marginados y carismático embaucador capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa; Gamma, la madre. Una científica culta incompatible con los usos y costumbres del Sur profundo. Samantha, la hija mayor, el vivo retrato de la madre y Charlotte (Charlie) la hermana menor, la "buena hija" vivo retrato del padre. 

Es lo mejor de la novela: cómo interactúan entre sí estos cuatro personajes marcados por la tragedia que ocurrió veintiocho años antes y que no tiene mucho que ver con los asesinatos en la escuela.

Slaughter juega magistralmente con estos dos escenarios: el pasado y el presente. Consigue la atención del lector que no puede dejar de seguir las distintas tramas con las que ve tejiendo la novela. Muchas veces quedas desconcertado por lo que lees. No terminas de entender por qué pasa lo que pasa. Pero la autora te va desvelando cada uno de los siete velos hasta el desenlace final que, como es costumbre en el género, no te esperas.

Karin Slaughter ha escrito muchas series de novelas negras pero, por lo que parece, ésta es la primera de una nueva serie protagonizada por Charlie, la hija menor en esta narración. Espero la continuación y no pienso perdérmela.

lunes, 2 de julio de 2018

La desaparición de Stephanie Mailer. Jöel Dicker

La desaparición de Stephanie Mailer.

Jöel Dicker

La noche del 30 de julio de 1994 la apacible población de Orphea, en los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa... Mientras tanto, Samuel Paladin recorre las calles vacías buscando a su mujer, hasta hallar su cadáver ante la casa del alcalde. 

Dentro, toda la familia ha sido asesinada. Jesse Rosenberg y Derek Scott son los dos jóvenes policías de Nueva York que resuelven con éxito el caso, pero veinte años más tarde, en la ceremonia de despedida de la policía a Rosenberg, la periodista Stephanie Mailer lo afronta: pretende que Dereck y Jesse se equivocaron de asesino a pesar de que la prueba se hallara delante de sus ojos, y que ella posee información clave. 
Pero días después, desaparece. Así se inicia este colosal thriller que avanza en el pasado y el presente a ritmo vertiginoso, sumando tramas, personajes, sorpresas y vueltas de tuerca, sacudiendo e impulsando al lector sin freno posible hacia el inesperado e inolvidable desenlace.

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Ya está aquí la esperada nueva novela del joven franco-suizo Jöel Dicker. El que pegó el gran pelotazo en 2012 con su primera novela:: "La verdad sobre el caso de Harry Quebert" que obtuvo el Grand prix du roman de l'Académie française y Prix Goncourt des lycéens. Ya que el viento soplaba tan fuerte a su favor, se publicaron dos novelas que habían sido escritas con anterioridad: "Los últimos días de nuestros padres" y "El tigre" que también fueron muy valorados. Ya en 2015 se publicó en España "El libro de los Baltimore" que me impresionó favorablemente.

El problema de ser un joven fenómeno literario (nació en 1985) que acumula premios en cada obra publicada, es que no se le permite bajar el listón. Igual que lo sabemos nosotros, lo sabe él mejor que nadie así que ha tardado tres años en publicar este thriller y ha afinado la puntería en cada línea.

La desaparición de Stephanie Mailer" tiene nada menos que treinta personajes y se desarrolla en tiempos diferentes desde 1994 hasta 2016 en que finalmente se descubre la solución de todo el enorme entramado. Con ello quiero decir que con un universo tan complejo es muy fácil que el lector se pierda. Dicker es consciente de ello y va separando con minuciosidad los tiempos y las historias de los distintos personajes de tal forma que no resulta difícil seguir la historia. O las historias, porque hay bastantes y casi todas ellas inesperadas.

L gracia de una lectura así está en su magia. Cuando el mago descubre cómo ha hecho desaparecer el elefante de encima del escenario y teletrasportarlo a cien kilómetros de distancia, los espectadores se desilusionan. Y eso no debe permitirse.
He hablado de magia y del elefante porque eso es lo que hace Jöel Dicker en esta novela. Cuando uno termina la lectura se pregunta "pero ¿cómo ha podido desentrañar un ovillo de esta magnitud?". Por supuesto que no es magia, sino truco. Incluso diría que trucos ya conocidos por lectores de thrillers. Pero ¡qué bien lo hace!. ¡Cómo juega una vez y otra con nuestra credibilidad!.
 Ciertamente hay situaciones bastante forzadas y que nos obligan a no pensar demasiado en su inverosimilitud. Pero esto es magia y hay que disfrutar con las situaciones aparentemente imposibles.

No hay que ser un profeta para predecir que La desaparición de Stephanie Mailer será un best seller.

sábado, 30 de junio de 2018

Puerto escondido. María Oruña

Puerto escondido
Maria Oruña

Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria.
 En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico.
 Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.

Primera novela de la serie protagonizada por la teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo

Maria Oruña parece que sigue la exitosa senda iniciada por Dolores Redondo (con su trilogía del Baztán) y Eva García Sáez de Inturi (con su trilogía de la Ciudad Blanca). Las tres autoras mezclan inteligentemente las bellezas y misterios de sus tierras (Navarra, Euskadi y ahora Cantabria) con una trama policíaca que siempre hunde sus raíces en el pasado. Son esquemas muy parecidos: una investigación policial que va desarrollándose con más o menos sorpresas y trucos para mantener la atención del lector capítulo a capítulo y paralelamente, una historia antigua, un drama (o un melodrama en ocasiones) que pone en marcha mecanismos imparables de venganza o de odio que acaban en los crímenes en el tiempo real actual.

Y parece que funciona en líneas generales.

Dolores Redondo sigue siendo imbatible en las listas de ventas porque fue la primera en inaugurar la trama y, (no hay que olvidarlo) es una muy buena escritora de novela negra.

Tampoco es manca Eva García y habrá que ver cómo marcha la trilogía de María de Orduña que, además de "Puerto escondido" sigue la serie de Valentina Redondo y Oliver, su pareja, con "Un lugar a donde ir" y "Donde fuimos invencibles"

Centrándonos en "Puerto escondido" hay que remarcar que es una novela fácil de leer, bastante aditiva y que creo que tendrá un éxito de ventas entre un determinado sector de lectores (sobre todo lectoras).
Hay algunas situaciones y detalles que chirrían algo.
Ya han visto en la sinopsis de la editorial que todo arranca con el descubrimiento de un cadáver momificado de una recién nacida (eso del género lo pongo yo) y junto a él hay un "objeto". El objeto es nada menos que una pequeña figurilla mesoamericana del dios azteca Tlaloc. Este descubrimiento insólito y la razón del por qué estaba junto al cadáver, consume muchas páginas, como es natural. La pinta del personaje es bastante escalofriante:

Luego resulta que todo ésto del objeto está tomado por los pelos y la persona que la puso ahí no era consciente de que acompañaba al pequeño cadáver con el dios de la lluvia azteca y mucho menos que su máscara adornaba uno de los palacios de Santillana del Mar. El otro detalle que confunde algo al lector es lo complicado del árbol genealógico de los personajes principales. Llega un momento que, como en las novelas radiadas de los años sesenta que tanto gustaban a mi madre, uno no sabe de quién es hijo o quién es el hermano. Creo sinceramente que, con los mimbres con los que contaba María Ortuña no hacía falta crear una historia tan complicada. Pero sobre ésto caben opiniones más doctas que la mía. Igual el atractivo de estas novelas negras son esos giros tan complejos de la trama.

Como antes he señalado, el esquema de estas novelas se basa en dos escenarios: el pasado y el presente. Aquí el pasado se refleja en un diario que escribe una de las protagonistas. Es la parte mejor de la novela. Los personajes están bien perfilados y sus conductas y sentimientos están cuidadosamente expresados. En capítulos alternos se va  desarrollando el momento presente, principalmente la investigación policial de una serie de asesinatos por parte del equipo de la Teniente de la Guardia Civil Dolores Redondo. Parece como si esta parte la hubiera escrito otra autora. O que primero se escribió el diario (que es la base de todo) y luego la investigación policial. En esta parte los personajes están muy sumariamente dibujados y la protagonista no acaba de empatizar con el lector. Los diálogos son insustanciales e incluso se descuida la sintaxis de la escritura. Como si esta parte se hubiera hecho deprisa y corriendo.

Claro que es muy posible que, cuando la lean, no estén de acuerdo con estas anotaciones. Porque lo cierto es que la novela es de estas que no puedes abandonar aunque se pillen las tres de la madrugada.

Así que no hagan demasiado caso de los pocos puntos negativos de esta reseña y disfruten de su lectura.

Yo por lo menos me propongo leer las dos novelas que la siguen

martes, 26 de junio de 2018

Te echo de menos. Harlan Cohen

Te echo de menos
Harlan Cohen

Es un perfil como todos los demás en el sitio web de citas. Pero cuando Kat Donovan, policía de Nueva York, ve la fotografía que lo acompaña, siente que todo su mundo explota y las emociones que ha mantenido enterradas durante décadas se le vienen encima como una cascada. El que le mira desde la pantalla es su exnovio Jeff, el hombre que le rompió el corazón hace dieciocho años.

En su interior salta una chispa, y se pregunta si podría ser el momento en que se desvanezcan las tragedias del pasado y se abra ante ella un nuevo mundo. Pero al intentar ponerse en contacto con el hombre del perfil, sus renacidas esperanzas se convierten al instante en sospechas y luego en terror, cuando se hace evidente una horrible conspiración en la que unos monstruos se ceban con los más vulnerables.

De pronto, Kat se ve inmersa en una investigación que pone en jaque todo lo que ha sentido por las personas que ha querido alguna vez: su exnovio, su madre e incluso su padre, cuyo trágico asesinato mucho tiempo atrás nunca quedó resuelto. Hay vidas en peligro, incluida la suya, y Kat tendrá que sumergirse cada vez más en una oscuridad nunca conocida, y averiguar si tiene la fuerza necesaria para sobrevivir a lo que encontrará.
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Harlan Cohen ha escrito muchísimas novelas policíacas casi siempre con el mismo protagonista, el detective Milton Molitar, un ex jugador de baloncesto. Esta novela no es de esta serie. Aquí la protagonista es una policía de Nueva York llamada Kat Donovan que tiene dos heridas profundas en su memoria: el asesinato de su padre, un policía también, y el abandono de Jeff, su novio. Del primero hace ya 20 años. Del segundo 18. Pero como dijo alguien que no recuerdo, el pasado en realidad nunca pasa y siempre está presente. Las dos heridas se convierten en dos tramas narrativas paralelas que sólo se unen en la página final de la novela.

Novela escrita para el gran público. Fácil de leer. Aditiva con sorpresas al final de cada capítulo que suelen ser cortos. Ideal para leer en la piscina o en la playa y no comerse demasiado el coco.

Eso sí: conviene bajar el nivel de credibilidad y, si fuera necesario, aceptar el pulpo como animal de compañía con tal de seguir distraídamente la trama.

martes, 19 de junio de 2018

Denuncia inmediata. Jeffrey Eugenides

Denuncia inmediata

Jeffrey Eugenides

Un joven viaja por el mundo en busca de iluminación y se enfrenta a todo tipo de experiencias, no siempre agradables; una estudiante de origen indio seduce a un profesor buscando una salida desesperada a la situación de su familia; un poeta fracasado que ha encontrado trabajo en la editorial de un antiguo pornógrafo acaba dejándose arrastrar por la tentación del dinero y la América del pelotazo; un sexólogo tiene un perturbador encuentro sexual en una selva remota; un matrimonio que empezó por conveniencia acaba en desastre; un músico que toca el clavicordio se enfrenta a la dificultad de combinar su arte con su condición de esposo y padre y termina perseguido por unos cobradores de morosos; una chica decide quedarse embarazada sea como sea; una mujer visita a una vieja amiga a la que le están haciendo pruebas para saber si padece alzhéimer y le regala un libro que ambas adoraban en su juventud... Jeffrey Eugenides, que ha demostrado en tres novelas excepcionales –Las vírgenes suicidas, Middlesex La trama nupcial– su capacidad para ahondar en la complejidad de las relaciones humanas, continúa su exploración en esta envolvente colección de cuentos.

Jeffrey Eugenides es una extraordinario escritor. No es un escritor corriente sino sorprendente. Aunque no debiera sorprendernos porque sus personajes (algunos de ellos excepcionales por sus características de género o por su conducta insospechada) reflejan situaciones del mundo en que vivimos. Lo que ocurre es que Eugenides ve el mundo desde una perspectiva diferente a la que podamos tener en nuestra rutinaria vida. Y lo hace describiendo esta perspectiva desde un lenguaje literario.

Me gustó mucho "Middlesex" porque no había leído nunca una visión de un personaje que había vivido su vida como hombre y como mujer. Cuando vi la portada de "Denuncia inmediata" pensé que también me chocaría con algo inesperado. Lo más sorprendente es la propia portada porque, por muchas vueltas que le doy, no veo una relación entre la chcia del "can-can" armada de una katana y el contenido de ninguno de los diez cuentos del libro.

Dejando a un lado este aspecto formal, hay que señalar que los relatos están escritos en momentos muy distantes entre sí. En realidad (lo confesó el propio autor) estamos ante diez novelas cortas que se quedaron en distintos momentos en un cajón esperando su culminación. Y , como habrán visto en la sinopsis de la editorial, van de situaciones de lo más variado.

En mi modesta opinión son dos los relatos más relevantes: el que da título al libro y "Jeringa de cocina".
Como alguna vez ya he recomendado, empiecen ustedes leyendo el cuento final: una chica de dieciséis años, hindú, pero nacida en los Estados Unidos está aterrorizada porque sus padres pretenden seguir las costumbres ancestrales de su país de origen y organizarle el matrimonio. Para evitarlo seduce (a medias) a un patético profesor de Cosmología para así impedir la operación orquestada por su madre. Las consecuencias de su proyecto desesperado son calamitosas.

Lo de la jeringa y la cocina tiene su punto de humor surrealista y ácido. Una mujer soltera en la cuarentena, independiente y rica, siente de pronto la llamada de la maternidad y se da cuenta que su arroz está a punto de pasarse. Selecciona con cuidado un varón "dador" de semen y organiza, en el momento oportuno de su ciclo menstrual, una gran "fiesta de inseminación". Ya se imaginan lo de la jeringa guardada en la cocina. Lo que no pueden imaginarse es lo que Eugenides cuenta que ocurre.

Muchos de los relatos tienen que ver con algo que el autor confesó en una entrevista promocional del libro: "He visto conseguir el "sueño americano" y cómo se destruye". Es una visión aguda, penetrante de los valores de una sociedad. O, mejor dicho, del valor. El poderoso caballero, el dinero. Y cómo las conductas de los seres humanos, en lugar de llevarlos a conseguir su propio interés, lo arruinan.

Un libro que, como los anteriores, no puede dejar indiferente a ningún lector.

martes, 12 de junio de 2018

Selfies. Jussi Adler-Olsen

Selfies. 

Jussi Adler-Olsen

Cuando en un parque de Copenhague aparece el cuerpo sin vida de una mujer mayor, el comisario Carl Mørck recibe el encargo de esclarecer ese asesinato brutal, cuyas circunstancias parecen estar relacionadas con otra muerte sucedida años atrás. 
Al  mismo  tiempo,  un  asesino  en  serie  se  dedica  a  atropellar a mujeres jóvenes. Por si fuera poco, las instancias superiores del Departamento Q están todo menos contentas con el bajo porcentaje de resolución de casos y se plantean suprimir gran parte de la financiación del departamento. 
Además, Rose, ayudante de Carl Mørck y pieza fundamental de su equipo, pasa por un mal momento. 
Vive atormentada por recuerdos de acontecimientos espeluznantes de su pasado que la obligan a ingresar en un hospital psiquiátrico. 
¿Qué tienen que ver con todo esto una trabajadora social resentida, Anne-Line Svendsen, y tres jóvenes muy atractivas y obsesionadas con su apariencia, Michelle, Jasmin y Denise, que se conocen en la sala de espera del despacho de Svendsen y para inmortalizar el momento se hacen un selfie.

Estamos ante una novela negra de una serie. Eso hay que decirlo de entrada porque, aunque la editorial pueda asegurarnos que todas las siete novelas pueden leerse independientemente, eso no es del todo exacto. Conviene saber, antes de empezar la lectura, que estamos ante unos personajes que pertenecen al Departamento Q de la policía de Dinamarca y que este Departamento se creó para que los jefes se quitaran de encima al subcomisario Carl Mørck, el protagonista. La forma de silenciarlo es enviarlo al sótano de la Comisaria a resolver casos no resueltos; algunos de un pasado lejano cuando aún no existía el ADN. 
También es oportuno conocer que Jussi Adler-Olsen ha tenido tanto éxito con esta serie porque ha sabido elegir unos compañeros de viaje de Carl Mørck que son un poco "frikis" pero que, para los lectores, resultan entrañables: Assad, un sirio que realmente no pertenece a la policía y que no termina de dominar el idioma danés; Rose, una policía enormemente eficaz pero con problemas psicológicos serios por culpa de un padre maltratador y Gondon que, en contra lo que podría parecer por el nombre, es un policía delgado y serio que, hasta llegar al Departamento Q, no había demostrado su enorme valía.

Centrado mínimamente el elenco de la serie, vayamos a esta novela en concreto. Aquí Jussi Adler-Olsen nos regala tres tramas diferentes en un sólo texto.

Una viene de antiguo, es decir que pertenece a una trama transversal de toda la serie y es el misterio de cómo y quién mató al padre de Rose.

Otra es una trama singular que quizás sorprenda a todos aquellos que tienen idealizada la sociedad superprotectora socialdemócrata danesa. Especialmente a aquellos que aspiran a construir "en novo" un Estado "como el de los países nórdicos". Si leen esta novela verán que no es oro todo lo que reluce y que hay muchos ciudadanos que usan y abusan de un sistema social muy costoso. El personaje de Anne-Line Svendsen es fantástico. Se trata de una funcionaria soltera y harta de ver a niñatas que alegremente se aprovechan del sistema social para no dar palo al agua. Cuando se le diagnostica un cáncer de pecho, se desborda el vaso de su infelicidad y decide simplemente... matarlas una a una.

La tercera trama es la que inicia la novela: el asesinato de Rigmor Zimmermann en el Parque Kongens Have de Copenhague que tiene una conexión con un antiguo caso del Departamento Q.

Parece un poco lioso, pero no lo es.  Jussi Adler-Olsen escribe sin complicarle demasiado la vida al lector. Algún crítico ha dicho que su estilo es el de las novelas para adolescentes. Yo no diría tanto, pero no es literatura para minorías.

Si sois seguidores de la serie, no os podéis perder esta séptima entrega. Por cierto, el título
está un poco cogido por los pelos porque selfies, selfies tampoco hay muchos ni son trascendentes para la trama.

Tiene que ser aquí. Maggie O'Farrell

Tiene que ser aquí. 

Maggie O'Farrell

Daniel Sullivan y Claudette Wells son una pareja atípica: él es de Nueva York y tiene dos hijos en California pero vive en la campiña irlandesa; ella es una estrella de cine que, en un momento dado, decidió cambiar los rodajes por la vida en el campo, la fama por el anonimato. Ambos son razonablemente felices.
Sin embargo, esta idílica vida, trabajosamente construida entre los dos, se tambaleará cuando Daniel conozca una inesperada noticia sobre una mujer con la que había perdido el contacto veinte años atrás. Este hallazgo desencadenará una serie de acontecimientos que pondrán a prueba la fortaleza de su matrimonio.
Tiene que ser aquí cruza continentes y atraviesa husos horarios siguiendo a un heterogéneo grupo de personajes durante varias décadas para trazar el extraordinario retrato de una pareja, de las fuerzas que la unen y de las presiones que amenazan con separarla. Una epopeya íntima y cautivadora sobre aquello que abandonamos y aquello en lo que nos convertimos mientras buscamos nuestro lugar en el mundo.

Hasta aquí es lo que dice la editorial Asteroide en su página web. Todo tiene que ser aquí y todo está bien. Pero la experiencia como consumidores nos ha enseñado que si preguntamos al frutero si los melocotones están su punto, siempre, siempre indefectiblemente nos dirá que sí. Que son buenísimos.

Les voy a decir mi parecer como simple lector. Primero: esta es una autora muy buena. Me entusiasmó su "Instrucciones para una ola de calor" y me apetece mucho leer "La extraña desaparición de Esmme Lennox" pero esta novela que acabo de terminar, he estado a punto de no terminarla.

Tiene un arranque fantástico, tanto desde el punto de vista del continente como del contenido. Los dos primeros capítulos obligan a que sonrías a lo largo de toda su lectura. Pero, de pronto, parece que la autora se ha propuesto que subas a la montaña. "Mis lectores no son unos simplones a los que hay que darles potitos. Tienen que hacer el esfuerzo de leerme". Algo así debe haber pensado cuando empiezan a aparecer personajes y personajes que no sabes de donde salen, que viven en momentos cronológicamente diferentes (a veces en un mismo capítulo y ¡tiene veintisiete!) y la historia es narrada desde perspectivas distintas: primera persona, tercera persona, narrador omnisciente, etc. etc. El núcleo de la novela es una especie de laberinto en el que es muy fácil perderse. Sólo hasta el final no empieza a embocar una narración que es coherente con todos los personajes y las situaciones.

Una lástima. Quizás si no hubiera alambicado tanto la narración podría apreciarse mejor lo excelente escritora que es.

martes, 5 de junio de 2018

Encuentro en la Rue Laugier. Anita Brookner

Encuentro en la Rue Laugier. 

Anita Brookner

Tras la muerte de su madre, Maud Gonthier, Maffy encuentra un cuaderno entre los objetos personales de la fallecida. En él hay escritas una receta de cocina, una corta lista de libros, la frase con que Proust inicia «En busca del tiempo perdido»: «Durante mucho tiempo me he acostado temprano» y una anotación intrigante: «Dames Blanches. La Gaillarderie. Place des Ternes. Sang. Edward». A partir de esa nota críptica, la narradora reconstruye la vida de su madre, en especial los hechos ocurridos en la rue Laugier y que determinaron su trágico destino.
Saltamos a 1971. Maud Gonthier esperaba que las vacaciones de aquel año no fueran diferentes de las anteriores. Pero la presencia de un joven inglés trastorna todos sus planes. Rendida ante el encanto de Tyler, Maud escapa a París donde la pareja comparte su vida con Edward Harrison, un joven desconcertado ante su destino y la llegada a la adultez.
Tras la calculada desaparición de Tyler, Maud acepta casarse con Edward. Sin embargo, sobre el matrimonio planeará siempre el recuerdo de Tyler.

No hay mucho más que explicar del argumento de la novela. En realidad la trama no tiene mucha importancia porque a Anita Brookner lo que le interesa es describir con minuciosidad (a veces algo agobiante) la psicología de Maud, la protagonista, de su madre Nadine, de la hermana de ésta Germaine. ¿Por qué las tres actuaron en contra de corazón y a favor de las estrictas reglas burguesas de su mundo?. Este es el intríngulis de la novela. Los hombres: Tyler, Edward o el padre de Nadine son secundarios (también infelices y sujetos a su propio destino) en un relato con caracteres claramente autobiográficos.

Anita Brookner ganó el Booker Price con su primera novela "Hotel du Lac" en 1984 y, a partir de ahí fue construyéndose una merecida fama literaria. Sus protagonistas son casi exclusivamente femeninos siempre en tensión entre dos escenarios: el de sus sueños y deseos románticos insatisfechos y el de la rutinaria y gris realidad. 
Es una autora que ella misma se califica como "la persona más solitaria del mundo" y el tema de la soledad (impuesta en el caso de Nadine, la madre, que queda viuda muy joven, o voluntaria como en el caso de la protagonista) es una de las claves de la novela. Hay una frase curiosa que le dice Nadine a su hermana Germaine:
"Deseo que se case. (Se refiere a Maud) Si la viera casada, yo podría hacer mi propia vida. Mi vida, tal como es, sería más fácil. Yo la quiero, y ella me quiere, pero no nos hacemos bien; nos producimos soledad mutuamente. Yo no quiero que se quede conmigo. No soy una buena influencia para ella."

Los personajes se producen "mutuamente" soledad.
Esta soledad, en todos los personajes femeninos, es el castigo por haber actuado, una vez en sus vidas, por sus impulsos ignorando la moral de la sociedad burguesa y el "decoro". Por tener un comportamiento "inadecuado" aunque sólo fuera por un instante.

Pero esta transgresión contiene el placer del recuerdo, rememorándola una y otra vez.

En un momento determinado, Maud le pregunta a su madre por qué no le impidió que se fuera con Tyler. Su respuesta es impresionante:
"Te dejé ir porque… porque no puedo brindarte mucho, no tanto como lo que tienen en general las chicas de tu edad, y porque eres una buena chica, y porque te casarás y te asentarás, y después viviremos todos felices. Por lo menos es lo que deseo. Quise que tuvieras lo que yo no tuve nunca. Oh, fui bastante feliz como esposa, pero sabía que me había perdido algo, cariño —sí, ya lo sé: siempre has sido dócil, has sido una buena hija—. Pero Maud, cuando llegues a tener mi edad te darás cuenta de que ser una buena hija no es suficiente, o no debería serlo. Una mujer debe tener la oportunidad de portarse mal de vez en cuando."

Si quiere leer todo un tratado de psicología femenina, por favor, lea a esta autora


domingo, 27 de mayo de 2018

La isla de las mil historias. Catherine Banner

La isla de las mil historias
Catherine Banner

Una pequeña isla perdida en el Mediterráneo, entre Sicilia y el norte de África, es el escenario imaginado por Catherine Banner para desarrollar esta cautivadora alegoría sobre la radical transformación de Europa durante los últimos cien años. 
La historia comienza con la llegada a Castellamare de Amedeo Espósito, un joven originario de Florencia que viene a ocupar el puesto de médico permanente en ese remoto peñón, donde el tiempo parece haberse detenido antes de la primera guerra mundial. Allí establecerá su hogar e iniciará una larga saga cuyos miembros, hábiles narradores de historias, transmitirán de generación en generación los secretos de la familia y los avatares de un siglo vertiginoso y convulso.
Aunque Amedeo desembarca dispuesto a realizar su tarea con seriedad y rigor, un hombre inquieto y curioso como él no puede sustraerse al hechizo de la isla. Así pues, cuando surge la oportunidad de comprar el abandonado bar del pueblo, el joven doctor ignora que aquella «casa al borde de la noche», como se la conoce por estar ubicada en un sitio impresionante frente al inmenso mar, será un punto de inflexión en su vida y se convertirá en el centro social de Castellamare. Desde ese mirador privilegiado, Amedeo y su esposa Pina, una isleña inteligente y hermosa, verán transcurrir los acontecimientos más significatIvos de su pequeño mundo.

Esta es la "ópera prima" de Catherine Banner, una profesora de Instituto de Durham que hasta ahora había escrito una saga de novelas para adolescentes tipo videojuegos con talismanes y todo ésto. No está nada mal como debut. Como habrán visto en la sinopsis, la historia se desarrolla en una pequeña isla imaginaria de 8 Km de larga situada, más o menos, cerca de la verdadera isla de Pantelaria, entre Sicilia y Túnez. Conoce bien Italia a pesar de haber nacido en Cambridge porque actualmente vive en Turín. 

Es una novela que sienta bien. Sobre todo en verano en una hamaca en la piscina o en la playa. Se lee con facilidad y los personajes se hacen apreciar. Tiene la suficiente capacidad de atraer el interés del lector sin ser exactamente adictiva.

Un buen entretenimiento correctamente construido.  


miércoles, 23 de mayo de 2018

El Orden del Día. Éric Vuillard

El Orden del Día

 Éric Vuillard

Como tantos otros nacidos en la década de los cuarenta, mi idioma extranjero preferido es el francés. En la escuela los curas nos decían que era "la lengua diplomática" como si eso fuera una motivación que nos moviera alocadamente a tragarnos a Racine. Pero algo quedó de esta francofilia que me lleva a leer todos los Premios Goncourt. Algunos me han gustado mucho y otros, nada.
Éric Vuillard es de los que me han gustado mucho. Es un poeta, cineasta, guionista y escritor que ganó este premio el año pasado. La mayoría de sus obras son de tipo épico e histórico.

"El orden del día" se refiere a una reunión especial que tuvo lugar el 20 de febrero de 1937 en el Reichstag, el Parlamento alemán. A esta reunión habían sido convocados veinticuatro grandes empresarios de la industria y las finanzas. Algunos de ellos con apellidos muy conocidos. Pero eso es secundario. Lo que sí nos sonarán son los nombres de las empresas que dirigían:
BASF, BAYER, AGFA, OPEL, iIG. FARBEN, SIEMENS, ALLIANZ, TELEFUNKEN, KRUPP, VARTA...

Los recibió el Presidente del Parlamento, Hermann Göring, que inmediatamente se refirió a las próximas elecciones del 5 de marzo. "Urge terminar con la inestabilidad del régimen; la actividad económica requiere calma y firmeza. Si el partido nazi alcanza la mayoría, estas elecciones serán las últimas en los próximos diez años; e incluso en los próximos cien años".
A continuación les presentó al Canciller Adolf Hitler que reiteró lo dicho por Göring añadiendo que se reprimiría a los sindicatos y cada empresario sería el Fürher de su propia empresa. Les habló de sus planes durante media hora y, cuando ya se había marchado, el Presidente del Parlamento les pidió "pasar por caja" para financiar a su partido que no tenía ni un clavo. Todos respondieron.


Escribe Vuillard:
"Los 24 son el clero de la gran industria y se mantienen allí impasibles cómo 24 calculadoras en las puertas del infierno."

Este es el inicio del libro.

Después se relatan los momentos cruciales de la historia de una locura de poder y sumisión. También de mentiras, propaganda y enormes errores de comunicación.

La visita de Lord Halifax a Hitler. Toda una pantomima. Y Vuillard saca del baúl de la historia una carta que este Ministro de la Guerra la escribe a su Jefe de Gobierno Stanley Baldwin:


"El nacionalismo y el racismo son fuerzas pujantes pero no las considero ni contra natura ni inmorales. No me cabe duda de que estas personas odian de verdad a los comunistas y le aseguro que nosotros de estar en su lugar sentiríamos lo mismo" tales fueron las premisas de lo que todavía hoy llamamos política de apaciguamiento.

Luego viene la bochornosa claudicación ante Hitler del Canciller de Austria Kurt von Schuschnigg en Berghof el 12 de febrero de 1938 que no sirvió absolutamente para nada porque el Fürher hacía tiempo que había decidido invadir el país que le vió nacer, pasándose por el forro constituciones, leyes y cualquiera que se opusiera a su megalomanía.

Pero ¡las vueltas que da la vida!. Tras la invasión de Austria (enmascarada de una "invitación" al ejército alemán) Kurt von Schuschnigg cumplirá 7 años de cárcel bajo el Tercer Reich y luego será liberado por los aliados y terminará sus días como un católico modelo en la universidad estadounidense de Saint Louis como profesor de Ciencias Políticas. Él que anuló todas las libertades de Austria,

Parece todo increíble.

Así, paso a paso, Vuillard va describiendo con multitud de anécdotas históricas (pero poco conocidas) todos los errores que se cometieron por minusvalorar a un monstruo.

Por ejemplo :
El opulento almuerzo que el Primer Ministro inglés Neville Chamberlain dio en Downing Street al recién nombrado Ministro de Exteriores del III Reig Joachim von Ribbentrop en el mismo momento en que Alemania invadió Austria.

Cómo la llegada de los tanques a Viena se retrasó un día porque quedaron atascados en la carretera. Al final tuvieron que cargar en trenes a los tanques de los vehículos blindados.

Todo parece un espectáculo de Hollywood .Industria que, por cierto, ya tenía preparados cientos de uniformes nazis antes de que Hitler entrará en Viena.

Dice con gran acierto Vuillard:
Los documentos fílmicos de entonces han pasado a ser nuestros recuerdos merced a un espantoso sortilegio la guerra mundial y su preámbulo y son arrastrados a esa película infinita en la que no se distingue ya el verdadero falso. El Reig ha contrató a más cineastas, montadores, cámaras, técnicos de sonido, directores cinematográficos que cualquier otro. 
Cabe decir que,  hasta la entrada en conflicto de rusos y norteamericanos, las imágenes que poseemos de la guerra las dirigió hasta la eternidad Joseph Goebbels.

Seis meses más tarde el 29 de septiembre de 1938 se celebra en Múnich la famosa conferencia y como si las ambiciones de Hitler pudieran detenerse ahí, le venden Checoslovaquia a precio de saldo

Lo que nadie dice es que, justo antes de la invasión de Austria, se produjeron más de 1700 suicidios en una sola semana.

Un libro muy bien documentado,  inflexible en la visión de la realidad y lleno de sorpresas.  Se lee en un suspiro porque, además de apasionante, es corto. 

Muy recomendable.